
¿Cómo era la vida
en un monasterio medieval?
Nos encontramos en el siglo IV dC, en un momento en el que la religión cristiana comenzaba a expandirse por Europa, y que aparecen las primeras congregaciones de creyentes con el propósito de vivir juntos en comunidades separadas del mundo exterior.
Benito de Nursia fue el principal impulsor de esta práctica que se extendería por Europa durante los siglos posteriores; y de la que surgiría la orden benedictina, la cual se dividiría posteriormente en la cisterciense y cluniaciense.
Estas congregaciones de creyentes tuvieron lugar en los monasterios, espacios autónomos que funcionaban como pequeñas ciudades autosuficientes, y en los que la iglesia monástica era el centro de la vida religiosa. Allí se administraba la Palabra de Dios y se presentaban imágenes para educar e inspirar a los creyentes.
La necesidad de acoger a un gran número de monjes, monjas, conversos y conversas, así como los administradores del monasterio, cuidadores de animales, ganaderos o artesanos, provocó que estos edificios no fueran precisamente pequeños ni discretos.
Los monjes que habitaban en estos monasterios, dedicaban sus jornadas diarias principalmente a la oración, siguiendo una regla estricta en su forma de vida, lo que les distinguía del clero secular, que vivía en el mundo exterior.
En el episodio de hoy de nuestro podcast vamos a conocer cómo era la vida en un monasterio medieval, cuáles eran las prácticas habituales de los que allí se congregaban, así como sus normas, preceptos y obligaciones.
¿Te gustaría unirte y formar parte de la comunidad de los amantes de la cultura, el arte, historia, naturaleza o patrimonio?.
Si lo haces, recibirás semanalmente en tu buzón de correo un mail con las últimas noticias relacionadas con el mundo de la cultura.